Uno de los mejores lugares para invertir en este momento es la atención médica. Si bien existe la esperanza de que la pandemia de COVID-19 llegue a su fin en 2021 con la aprobación de múltiples vacunas por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y más potencialmente en camino, la necesidad de pruebas no va a desaparecer. Nadie quiere ver que los casos de COVID-19 comiencen a dispararse nuevamente, y para que la economía vuelva a ser como era antes de la pandemia, seguirá siendo una gran necesidad de pruebas.
Es por eso que la empresa de diagnóstico y pruebas Quidel (NASDAQ: QDEL) parece ser la acción de mejor crecimiento para comprar este año. Con una capitalización de mercado de menos de $9 mil millones, esta sigue siendo una empresa bastante pequeña cuando se habla de atención médica. Incluso el fabricante de vacunas Moderna ya tiene una valoración cercana a los 50.000 millones de dólares y es posible que se esté quedando sin espacio para aumentar su valor. El tamaño relativamente pequeño de Quidel combinado con su potencial de crecimiento lo convierte en una compra caliente en este momento porque fácilmente podría duplicar su valor.
Las ventas de Quidel se dispararon un 276% en el tercer trimestre
El 29 de octubre de 2020, Quidel informó sus últimos resultados de ganancias para el período que finalizó el 30 de septiembre de 2020. Lo que se destacó fue su línea superior, que con $76,1 millones casi cuadruplicó su cuenta del año anterior de solo $126,5 millones. De sus ventas totales, los productos relacionados con COVID-19 generaron $375,7 millones, que es poco menos del 80% de sus ingresos totales. Eso es casi tanto como lo que Quidel generó en ventas en todos los segmentos durante los primeros nueve meses de 2019: $382,7 millones. En 2020, solo el segmento de inmunoensayo rápido de la compañía (que incluye sus pruebas rápidas COVID-19) reportó $513,6 millones en ventas durante el mismo período, lo que representa la mayor parte de su línea superior, que totalizó $852,5 millones.
Los productos de la compañía fueron algunos de los primeros en ser aprobados por la FDA para las pruebas de COVID-19. La agencia otorgó la autorización de uso de emergencia (EUA) para la prueba rápida del ensayo Lyra SARS-CoV-2 de Quidel el 17 de marzo de 2020, pocos días después de que la Organización Mundial de la Salud declarara oficialmente al COVID-19 como una pandemia. Quidel ha seguido presentando más pruebas desde entonces, incluido el Sofia 2 SARS Antigen FIA, que puede producir resultados en solo 15 minutos. La FDA aceptó esa prueba en EE.UU. el 8 de mayo de 2020.
Y aún hay más crecimiento por delante.
El 7 de enero, Quidel publicó cifras preliminares para el cuarto trimestre que continúan mostrando un crecimiento increíble. La compañía proyecta que las ventas para el período oscilarán entre $808 millones y $810 millones, una mejora del 70% con respecto al tercer trimestre. Y lo sorprendente es que aún podría no ser el pico para la empresa. Actualmente, Quidel dice que está haciendo 13 millones de sus pruebas Sofia y QuickVue por mes, pero para fines de 2021 ese número aumentará a más de 70 millones.
Quidel no es la única empresa de pruebas que existe, ya que Abbott Laboratories y Thermo Fisher Scientific son algunos de los nombres más importantes que también venden productos que prueban COVID-19. Pero con casi 100 millones de casos del coronavirus en todo el mundo y ese número sigue aumentando, existe una gran demanda de pruebas. Con Quidel produciendo decenas de millones de pruebas y ese número aumentando en los próximos meses, la compañía se encuentra en una excelente posición para ayudar no solo a la industria de la salud sino a las economías de todo el mundo a volver a la normalidad. Muchas personas que tienen COVID-19 son asintomáticas, lo que significa que es necesario realizar pruebas frecuentes para garantizar que las empresas puedan volver a abrir de forma segura y reanudar sus operaciones normales.
Las acciones de Quidel también son increíblemente baratas.
Dados sus números de ventas y el crecimiento que está generando, las acciones de Quidel le brindan mucho valor por su inversión. De cara al futuro, las acciones de Quidel se cotizan a solo 2,8 veces las ventas futuras de la compañía (según las estimaciones de los analistas). Eso es barato cuando lo compara con las otras acciones de atención médica que se mencionaron anteriormente, que se cotizan a múltiplos de precio de venta mucho más altos.
¿Es Quidel una buena compra a largo plazo?
Este año sin duda será otro gran año para Quidel. En 2020, sus acciones subieron un 139% mientras que el S&P 500 subió un 16%. No sería sorprendente que las acciones obtuvieran mejores resultados este año dada la rapidez con la que han estado creciendo sus ventas. La pregunta más importante es si seguirá siendo una compra después de 2021, y eso está claro como el barro en este momento.
Quidel no es una acción que pueda simplemente comprar y olvidarse porque mucho dependerá del futuro del COVID-19 y de cuánto tiempo las personas deberán someterse a pruebas, así como de cómo se adaptará el negocio de la compañía una vez que la pandemia haya realmente ha terminado y no es necesario realizar pruebas (asumiendo que ese punto alguna vez se alcance). Simplemente hay demasiadas preguntas sin respuesta cuando se trata de aferrarse a ella a largo plazo, pero al menos, parece ser una compra caliente en el 2021.
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